El bloqueo de los puertos del
Golfo de México colocó al gobierno liberal en una posición difícil. Juárez negoció con los generales extranjeros
que habían ocupado Veracruz y logró que ingleses y españoles retiran sus
flotas. No obstante, Francia no aceptó y
desembarcó sus tropas, las cuales se dirigieron a la capital del país. Como ya se señaló, los conservadores deseaban
establecer una monarquía encabezada por un miembro de la realeza europea; por
esta razón se sumaron a las tropas invasoras.
El gobierno de Juárez intentó
detener el avance de los invasores. En
puebla, el ejército liberal, encabezado por Ignacio Zaragoza, logró una
importante victoria el 5 de mayo de 1862.
Sin embargo, Puebla cayó al año siguiente tras un sitio a la ciudad por
el ejército francés que había sido reforzado con 30 mil soldados enviados por
Napoleón III. En junio del mismo año, el
ejército invasor llegó a la ciudad de México.
Esto obligó al gobierno liberal a
reubicar su sede en diferentes estados del país, hasta situarse en Paso del
Norte (hoy Ciudad Juárez), Chihuahua, desde donde continuó la guerra en defensa
de la soberanía del país. Al mismo
tiempo los conservadores siguieron su proyecto de establecer una monarquía.
Cuando los franceses tomaron la
capital convocaron a una asamblea en la que participaron los principales
líderes conservadores, quienes proclamaron la creación del Imperio de
Habsburgo, para lo cual enviaron una representación hasta el Castillo de
Miramar, en Trieste, ciudad que en ese entonces pertenecía al Imperio
austriaco, y que actualmente forma parte de Italia.
Dos años después de haberse
iniciado la guerra contra la intervención francesa, el archiduque Maximiliano y
su esposa, Carlota Amalia, princesa de Bélgica, llegaron al país para ocuparse
del gobierno monárquico apoyado por los conservadores. Los liberales se negaron a reconocer esta
autoridad; aun así, el Imperio logró imponerse en las zonas del país que denominaba
el ejército francés.
El gobierno liberal se mantuvo en
las regiones que había logrado defender. Así, durante el tiempo que duró la
intervención francesa, hubo dos gobiernos: uno republicano constitucionalmente
establecido y otro monárquico apoyado por fuerzas extranjeras.
El imperio de Maximiliano tomó
una serie de medidas que provocaron que los conservadores le retiraran su
apoyo; por ejemplo, en vez de oponerse a las Leyes de Reforma, las ratificó;
eligió como colaboradores a algunos liberales; estableció leyes por las que se
devolvían sus tierras a los pueblos indígenas y se otorgaban a quienes no las
tenían; también decretó leyes laborales que establecían una jornada máxima de
10 horas de trabajo y prohibían aplicar castigos físicos a los trabajadores.
En el contexto internacional, el emperador
Napoleón III retiró su apoyo militar y económico a Maximiliano, por la presión
de Estados Unidos para desocupar México y porque Francia estaba en guerra con
Prusia, actualmente parte de Alemania.
Al perder este apoyo militar, el
Imperio se debilitó y los liberales recuperaron los territorios que estaban en
manos de los franceses. Ante el avance
liberal, Maximiliano se refugió con sus tropas en Querétaro, donde libró su
última batalla; tras ser derrotado, fue condenado a muerte y fusilado en 1867.
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