martes, 12 de enero de 2016

El gobierno republicano y el Segundo Imperio.


El bloqueo de los puertos del Golfo de México colocó al gobierno liberal en una posición difícil.  Juárez negoció con los generales extranjeros que habían ocupado Veracruz y logró que ingleses y españoles retiran sus flotas.  No obstante, Francia no aceptó y desembarcó sus tropas, las cuales se dirigieron a la capital del país.  Como ya se señaló, los conservadores deseaban establecer una monarquía encabezada por un miembro de la realeza europea; por esta razón se sumaron a las tropas invasoras.
El gobierno de Juárez intentó detener el avance de los invasores.  En puebla, el ejército liberal, encabezado por Ignacio Zaragoza, logró una importante victoria el 5 de mayo de 1862.  Sin embargo, Puebla cayó al año siguiente tras un sitio a la ciudad por el ejército francés que había sido reforzado con 30 mil soldados enviados por Napoleón III.  En junio del mismo año, el ejército invasor llegó a la ciudad de México.

Esto obligó al gobierno liberal a reubicar su sede en diferentes estados del país, hasta situarse en Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez), Chihuahua, desde donde continuó la guerra en defensa de la soberanía del país.  Al mismo tiempo los conservadores siguieron su proyecto de establecer una monarquía.

Cuando los franceses tomaron la capital convocaron a una asamblea en la que participaron los principales líderes conservadores, quienes proclamaron la creación del Imperio de Habsburgo, para lo cual enviaron una representación hasta el Castillo de Miramar, en Trieste, ciudad que en ese entonces pertenecía al Imperio austriaco, y que actualmente forma parte de Italia.

Dos años después de haberse iniciado la guerra contra la intervención francesa, el archiduque Maximiliano y su esposa, Carlota Amalia, princesa de Bélgica, llegaron al país para ocuparse del gobierno monárquico apoyado por los conservadores.  Los liberales se negaron a reconocer esta autoridad; aun así, el Imperio logró imponerse en las zonas del país que denominaba el ejército francés.

El gobierno liberal se mantuvo en las regiones que había logrado defender. Así, durante el tiempo que duró la intervención francesa, hubo dos gobiernos: uno republicano constitucionalmente establecido y otro monárquico apoyado por fuerzas extranjeras.

El imperio de Maximiliano tomó una serie de medidas que provocaron que los conservadores le retiraran su apoyo; por ejemplo, en vez de oponerse a las Leyes de Reforma, las ratificó; eligió como colaboradores a algunos liberales; estableció leyes por las que se devolvían sus tierras a los pueblos indígenas y se otorgaban a quienes no las tenían; también decretó leyes laborales que establecían una jornada máxima de 10 horas de trabajo y prohibían aplicar castigos físicos a los trabajadores.

En el contexto internacional, el emperador Napoleón III retiró su apoyo militar y económico a Maximiliano, por la presión de Estados Unidos para desocupar México y porque Francia estaba en guerra con Prusia, actualmente parte de Alemania.

Al perder este apoyo militar, el Imperio se debilitó y los liberales recuperaron los territorios que estaban en manos de los franceses.  Ante el avance liberal, Maximiliano se refugió con sus tropas en Querétaro, donde libró su última batalla; tras ser derrotado, fue condenado a muerte y fusilado en 1867.

No hay comentarios: